Ayer, alguien comentó en una de las plataformas de las Grandes Redes Sociales que la serie de el Heidelcast, “Seré un Dios para ti y para tus hijos”, les ayudó a entender y aceptar el bautismo de infantes (paidobautismo) como la posición bíblica. Alguien más objetó, en efecto, que cualquier posición que requiera una defensa tan extensa probablemente no es verdadera. En Norteamérica (y tal vez en otros contextos) se requiere tiempo para explicar y defender la teología reformada bíblica e histórica, piedad, y práctica del bautismo infantil. La serie del Heidelcast es de quince partes. ¿Por qué toma tanto tiempo explicar y defender el bautismo infantil? Si es verdad, ¿no deberíamos ser capaces de explicarlo y defenderlo más brevemente?
De hecho, la posición bíblica y reformada puede ser expresada de manera bastante simple:
Dios prometió ser un Dios para los creyentes y para sus hijos. El dio una señal a Abraham para ilustrar esa promesa y Él ha repetido la promesa en el Nuevo Testamento y ha dado una nueva señal para ilustrar esa promesa.
Esas son cuarenta y dos palabras. Entonces, ¿por qué tomó quince episodios del podcast para explicarlo? Deberíamos de preguntarle a aquellos que han escuchado la serie dos o tres veces. ¿Por qué fue necesario que escucharan repetidamente la explicación de un punto de vista tan simple? Porque la mayoría de los Cristianos evangélicos en Norteamérica (especialmente en los Estados Unidos) provienen de un entorno que no acepta la premisa que la promesa que Dios hizo a Abraham en Génesis 17:7 sigue vigente y que, por lo tanto, las señales que Dios dio (circuncisión y bautismo) ilustran la misma promesa. Se les ha enseñado una historia y una manera completamente diferente de entender las Escrituras.
Las Historias de Discontinuidad
A muchos Cristianos se les ha enseñado que hay siete diferentes dispensaciones en la historia de la salvación. A algunos que se les ha enseñado eso incluso han aprendido que hay diferentes maneras de salvación bajo cada dispensación. Otros han sido enseñados que el Antiguo Testamento y el Antiguo Pacto son la misma cosa, que Moises y Abraham son períodos esencialmente idénticos en todos los aspectos, de modo que cuando los tipos y sombras Mosaicos se cumplieron en la cruz y se terminaron, también terminaron todas las promesas dadas a Abraham. En resumen, la mayoría de evangélicos estadounidenses han sido enseñados que el Antiguo Testamento pertenecía completamente a ese entonces, mientras que el Nuevo
Testamento es para ahora, y que ambos tienen muy poco que ver el uno con el otro. Un buen porcentaje de esos evangélicos probablemente no saben que Dios hizo una promesa a Abraham de ser Dios para los creyentes y para sus hijos, ni tampoco saben que el apóstol Pedro repitió esta promesa en Hechos 2:39. La mayoría de ellos no están conscientes que el apóstol Pablo enseña explícitamente en Romanos 4 que los creyentes del Nuevo Testamento son hijos de Abraham (aunque tal vez han cantado en la escuela dominical, “Padre Abraham tenía muchos hijos”).
Obteniendo Una Nueva Receta
En resumen, la mayoría de los evangélicos Norteamericanos han sido enseñados a leer la Biblia a través de un par de lentes. La mayoría de ellos desconocen que usan lentes para leer la Biblia. Han sido enseñados y piensan que simplemente siguen la enseñanza plena de las Escrituras. Se necesita un poco de tiempo para explicarle a esa persona que está usando dichos lentes y que, de hecho, sí hay una manera fiel, creyente en la biblia, de leer las Escrituras que llega a conclusiones completamente diferentes en las relaciones entre creyentes del Nuevo Testamento y Abraham y, por lo tanto, puntos de vista completamente diferentes sobre el bautismo.
Desacuerdo Fiel
Una persona que proviene de un mundo predominantemente Bautista (credobautista) bien podría haber sido enseñado que todo fiel creyente lee la Biblia exactamente como ellos lo leen y que cualquier persona que practica el bautismo infantil está sujeta a ideas remanentes del Catolicismo Romano o es un liberal (es decir, no cree realmente en la Biblia o es infiel a las Escrituras). Por lo tanto, para poder explicar el bautismo infantil a alguien de ese mundo, es necesario explicar que el bautismo infantil no es un remanente del Catolicismo Romano, que no simplemente los apóstoles practicaban el bautismo infantil (por ejemplo, Hechos 16) pero que Dios mismo bautizó a infantes en el Antiguo Testamento (ver 1 Cor 10:1-4). Ciertamente, fue Jesús mismo quien guió a la iglesia del Antiguo Pacto fuera de Egipto (Judas 5). En resumen, parte del problema es un pobre entendimiento de la historia de la iglesia después del Nuevo Testamento. Para muchos evangélicos Norteamericanos el periodo entre los apóstoles y ahora es un parenthesis largo y vacío.
Yendo Más Allá de la Burbuja
Luego está el problema de la experiencia. Es posible que alguien de este mundo nunca haya presenciado un bautismo de un niño y ciertamente no en una iglesia reformada confesional y fiel. Tal persona probablemente nunca ha conocido a un Crisitiano reformado creyente en la Biblia que practica el bautismo infantil o nunca ha leído algo como el relato de las cuarenta y dos palabras sobre el bautismo infantil mencionado anteriormente.
Reuniendo Las Piezas Nuevamente
Hay otras dos razones por las que toma tanto tiempo explicar el bautismo infantil. La primera es que la perspectiva de todos sobre el bautismo es parte de un conjunto más amplio de creencias sobre cómo la Biblia concuerda en conjunto. Si a alguien se le ha enseñado alguna versión de la perspectiva Dispensacionalista de las Escrituras o incluso un punto de vista Bautista de las Escrituras, en la cual esa persona ha sido enseñada que es la única manera fiel de leer las Escrituras, todo el énfasis está en la desunidad de las Escrituras. Para ayudar a tal persona a ver unidad en las Escrituras es difícil. Toma tiempo aprender cómo releer las Escrituras desde otro punto de vista.
Quinientos Años de Objeciones
Segundo, los que enseñan la posición Bautista han estado objetando al bautismo infantil por alrededor de quinientos años. Eso es suficiente tiempo para generar un número grande de objeciones. Las iglesias reformadas confesionales han estado respondiendo esas objeciones durante todo ese tiempo, lo cual requiere tiempo para hacerlo. Ciertamente no es justo que nuestros amigos credobautistas den una lista aparentemente interminable de objeciones y después se quejen que toma tiempo para responderlas.
Considerada en sí mismo, la posición reformada sobre el bautismo no es compleja pero explicarla a otros Cristianos, que tienen posiciones opuestas, que se oponen a la posición reformada inherentemente simple (e incluso elegante), o que están completamente inconscientes que existe otra posición, no pueden hacerse fácil o rápidamente. A veces es rápido.Yo he visto casos donde un Cristiano dio un poco de consideración a Abraham, sobre lo que Pablo dice de él en Romanos 4 y en Gálatas capítulos 3 y 4, y aceptó el bautismo infantil con facilidad. Cuando alguien sabe, antes de llegar a Romanos 4 o Gálatas 3 y 4, que el bautismo infantil es imposible, entonces tenemos una tarea más grande por hacer.
Si estás interesado/a en aprender más sobre nuestras conexiones a Abraham, en verificar tu receta, en ir más allá de la burbuja, en reunir las piezas nuevamente, y en ver las respuestas a las múltiples objeciones, consulta esta página de recursos!
© R. Scott Clark. Todos los Derechos Reservados.
Editor’s Note: This article was translated by Devon Machado.
This article in English.
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